Está demostrado que la cena aporta grandes ventajas a nuestra nutrición, siempre y cuando se tengan en cuenta ciertas medidas y se esquiven ciertos alimentos

Es común pensar que no es bueno cenar, y que esto nos hace engordar, pero nada más lejos de la realidad, si se hace correctamente y con selecciones de alimentos saludables, cenar puede ser beneficioso. Una dieta equilibrada puede beneficiarse de incluir la cena como un componente clave.

Los siguientes son algunos de los beneficios de esta:

Se puede lograr una dieta balanceada al incluir una variedad de alimentos nutritivos, como proteínas, granos integrales, frutas, verduras y grasas saludables, en la cena. Esto le permite obtener los nutrientes que necesita para mantenerse saludable.

Controlar su apetito puede ayudarlo a evitar los antojos nocturnos poco saludables y regular su apetito durante la noche. Puede sentirse satisfecho durante más tiempo si elige alimentos ricos en fibra, proteínas y grasas buenas.

Mantenimiento de un metabolismo saludable: comer con frecuencia, incluida la cena, puede ayudar a hacerlo. El metabolismo puede ralentizarse y tener un impacto negativo en la pérdida de peso y la digestión si se salta la cena o ayuna durante largos períodos de tiempo durante la noche.

Control de peso: puede mantener un peso saludable comiendo una cena balanceada y cuidando sus porciones. Comer en exceso a la hora de la cena, especialmente de alimentos poco saludables con alto contenido de grasa y azúcar, puede provocar un aumento de peso.

Promoción de un sueño reparador: una cena satisfactoria puede incluir alimentos que fomenten un sueño reparador, como los ricos en triptófano, un aminoácido precursor de las hormonas serotonina y melatonina, que regulan el sueño. Esto puede mejorar tanto la calidad como la duración del sueño.

Sin embargo, es crucial tener en cuenta que comer una comida pesada justo antes de acostarse puede afectar la digestión y reducir la calidad del sueño. Aparte de eso, los requisitos dietéticos pueden variar según el individuo. Se recomienda buscar asesoramiento especializado de un proveedor de atención médica o nutricionista si tiene una condición médica o está siguiendo una dieta particular.

¿Qué no debo cenar nunca?

Cuando se trata de la cena, es mejor mantenerse alejado de ciertos alimentos y hábitos alimenticios que pueden interferir con la digestión, afectar el sueño o dañar la salud en general. Estas son algunas sugerencias de alimentos para la cena y conductas alimentarias que se deben evitar:

Alimentos que son pesados ​​y engordan: Evite las cenas pesadas, fritas o muy grasosas porque estos alimentos pueden dificultar la digestión y causar malestar estomacal.

Los alimentos procesados ​​ricos en azúcar refinado, como los postres, los dulces y las bebidas azucaradas, deben consumirse con moderación o evitarse por completo. Estos alimentos pueden causar picos de azúcar en la sangre y tener un impacto en la calidad del sueño.

Carnes rojas o procesadas: Las carnes rojas o procesadas pueden ser difíciles de digerir y tienen un mayor riesgo de desarrollar enfermedades crónicas. Elija opciones más saludables como pollo, pescado o fuentes de proteínas de origen vegetal.

Evite las comidas picantes en la cena si tiene sensibilidad al calor porque pueden causar malestar estomacal y problemas digestivos.

Las bebidas con cafeína no deben consumirse después de la cena, ya que pueden interrumpir el sueño y hacer que sea más difícil volver a dormir. Estas bebidas incluyen café, té negro y bebidas energéticas.

Evite cenar tarde, especialmente justo antes de acostarse. Al permitir suficiente tiempo entre la cena y la hora de acostarse, puede mejorar la digestión y fomentar sueños reparadores.
Tenga en cuenta que cada persona es diferente y puede tener diferentes necesidades y tolerancias alimentarias. Consulte a un nutricionista o proveedor de atención médica para obtener consejos individualizados sobre qué omitir en su menú de cena si tiene una condición médica o está siguiendo una dieta particular.