Esta modalidad permite quemar calorías pedaleando al ritmo de la música más pegadiza, pero su utilidad no está del todo clara
¿Una moda fugaz o una fórmula enérgica para ponerse en forma? Esa es la pregunta del millón cuando hablamos de las clases de ejercicio promocionadas por las influencers. Es cierto que estas clases han inundado nuestras redes sociales con sus sesiones llenas de música pegadiza y entrenamientos intensos. Pero, ¿Son las clases de spinning solo una moda pasajera o realmente ofrecen una forma efectiva de ejercitarse?
Las redes sociales se han convertido en un medio destacado para dar a conocer diferentes formas de ejercitarse y mantenerse en forma en el mundo del fitness. Entre las tendencias más populares se encuentran las clases de spinning. Este fenómeno ha sido impulsado en gran medida por los influencers, quienes promocionan sus propias clases a través de plataformas como Instagram y YouTube. La participación de los creadores de contenido en las clases de bici patrocinadas puede tener un impacto significativo en su popularidad. Con su capacidad para generar contenido atractivo y construir relaciones cercanas con sus seguidores, pueden motivar e inspirar a más personas a unirse a estas clases. Sus seguidores pueden verse influenciados por su aparente compromiso con un estilo de vida saludable y pueden ser más propensos a probar estas actividades. Pero, ¿Son honest@s cuando comparten los beneficios reales que pueden tener estas clases?
Algunos pueden argumentar que estas clases son simplemente una tendencia superficial, impulsada por la obsesión de obtener el cuerpo perfecto y lucir como las mismísimas influencers. Después de todo, ¿qué mejor manera de vender un producto o una marca que a través de imágenes perfectamente enmarcadas en Instagram? Pero, ¡espera un minuto! No nos apresuremos a juzgar.
Si nos quitamos los filtros y examinamos objetivamente, podemos descubrir que estas clases de ejercicio pueden ofrecer más que solo una imagen bonita. Detrás de toda la parafernalia, se encuentra un entrenamiento cardiovascular intenso y una oportunidad para mejorar la resistencia y la fuerza. Además, la energía contagiosa de estas clases puede hacer que incluso los más reacios al ejercicio se sientan motivados y comprometidos.