El proyecto de periodista Claudia Maruri hace una reflexión sobre el fútbol, ese deporte que parece haber abducido a la población mundial

«¡Odio el fútbol!»: declaraciones de una reportera cansada de que todo se detenga a causa de lo que sucede por un balón

El proyecto de periodista Claudia Maruri hace una reflexión sobre el fútbol, ese deporte que parece haber abducido a la población mundial

Me veo en la obligación de comenzar este artículo con una rotunda afirmación, y es que odio el fútbol. Bueno, dicho así hasta resulta un eufemismo. En verdad, detesto y aborrezco ese deporte. Así pues, si entraste a leer esta noticia y eres de esas personas cuyo amor por el fútbol podría llevarlo a vender un riñón, te recomiendo que pases a otra noticia que no vaya a resultar hiriente hacia tu objeto de amor y hacia ti mismo. 

Así es, este artículo está hecho por y para todos aquellos incomprendidos, aquella minoría que cuando ve un balón, su instinto primario sea salir corriendo. Si eres de esos, bienvenido seas. 

Tal vez te preguntes qué me ha hecho el fútbol para que tenga una opinión tan extrema sobre él. En verdad, el pobre deporte en sí no me ha hecho nada. Si la gente disfruta y se lo pasa bien practicándolo o viéndolo, me parece perfecto. Yo también tengo mis placeres culpables. Sin embargo, lo que no soporto, es como TODO debe girar en torno al fútbol. 

¿No os da la sensación de que si mañana sale una noticia diciendo que un cirujano abandonó una cirugía a corazón abierto para ver un “clásico” Madrid vs Barça, no os sorprendería? Porque a mi no. Esto se debe a que, este deporte en concreto, parece haberse convertido en el oxígeno de muchos. 

 ¿Hablo de algo? Hablo de fútbol. ¿No sé qué hacer? Veo fútbol. ¿A qué juego? Partido de fútbol. 

“¿Has visto el nuevo fichaje?” No, no lo he visto. No sé de quién me hablas.

“Ayer me pasé toda la tarde viendo el niños pequeños cojos contra el chihuahuas rabiosos” ¿Pero qué equipos son esos?

“¿Sabes como se llama el delantero derecha mediocentro portero del Manchester de Japón en 1952?” Si te preguntan eso, tu única opción es mudarte a otro país donde, cuando te pregunten lo mismo por lo menos no lo entiendas. 

Y que no se nos olvide el hecho de que, cuatro tíos con los peores cortes de pelo de la historia, cuya carrera profesional consiste en correr mientras das patadas a un balón, ganan prácticamente el triple que otros profesionales como por ejemplo, y cayendo en el cliché, un médico. Creo que me debí de saltar el capítulo de Barrio Sésamo donde nos enseñaban que eso era lo normal. 

Sin embargo, parece ser que el fútbol suele estar entre los deportes que más gustan a la gente.

Así pues, decir que no me gusta el fútbol porque lo considero una de las mayores mafias, que más dinero e intereses mueve, que más idiotizada vuelve a la población, y más tendencias horteras genera, no es una exageración, sino mi propia y enfermiza pasión. 

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