Una charla con Mario Méndez, un joven que compagina sus estudios con una dedicación, que cada vez va a más, al mundo de los tatuajes

A finales de 1990 se puso muy de moda el hecho de pintarse la piel, dibujos que recibirían el nombre de “tatuajes”. En un principio fue algo propio de rockeros y motoristas, pero cuando la moda fue instaurándose en la sociedad, se empezó a ver a muchos ciudadanos con tinta  en el cuerpo. Hoy, en Revista Novel, tenemos a Mario Méndez o emeuvetattoo, un joven que nos va a contar de primera mano su experiencia como tatuador.

– ¿Quién eres?

Soy Mario Méndez, tengo 22 años y actualmente estudio la carrera de Publicidad y Relaciones Públicas. Además de eso, también hago tatuajes.

– ¿Cuándo empezaste a tatuar?

Empecé a tatuar en abril de 2022. Primero comencé a practicar con piel sintética y después ya me lancé con la piel normal.

– ¿Cómo y cuándo te diste cuenta de que se te daba bien y podías dedicarte a ello?

La verdad es que coincidió todo un poco. Tenía un amigo que comenzó a tatuar y me llamó mucho la atención. Además yo antes de llegar a la universidad pasé por el bachillerato artístico y he estado muchos años de mi vida dibujando.

– ¿Cuál es tu especialidad y en qué consiste?

A mi especialidad la clasifico dentro del estilo “Tradicional”, el old school. Se basa en hacer una línea gorda y unas sombras marcadas. Además, son normalmente diseños bastante sencillos.

Mario durante el proceso de uno de sus tatuajes.

– ¿Qué importancia le das al uso de las redes sociales?

Pues la verdad que a mi cuenta personal no le doy nada de importancia. Pero con la cuenta de los tattoos estoy intentando basarme siempre en una misma estética y subir contenido todos los días. Hoy en día es primordial de cara a conseguir seguidores. Al final es lo que te va a dar la mayoría de visibilidad.

– ¿Cuáles son o han sido las mayores dificultades y cuál es la mayor motivación?

Mi mayor motivación es cuando acabo un tatuaje, al ver la cara de la gente que le ha gustado el resultado, sobre todo cuando vuelven y repiten. En cuanto a dificultades te diría, seguramente, la inseguridad que tengo a veces hacia mi propia persona sobre si conseguiré en el día de mañana tener un estudio de tatuajes propio o no. La incertidumbre de saber si seré capaz de vivir de todo esto. Espero que se cumpla.

– ¿Alguna anécdota tatuando?

Pues siempre recuerdo la primera vez que tatué. Estaba en casa por la tarde y me dijo mi hermana: “oye tatúame”. Yo le dije: “joder si acabo de empezar a tatuar en piel sintética, me da miedo”. La tatué súper cagado, estaba muy nervioso. La verdad es que el resultado final fue bastante decente, quedé muy contento. Ahí dije: “me voy a lanzar a tatuar ya a gente”, y pues hasta el día de hoy.

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