Muchos productos básicos de primera necesidad siguen sufriendo subidas de precio desorbitadas que complican la vida de los ciudadanos
El encarecimiento de la vida del ciudadano español es una grave realidad. A lo largo de los últimos meses hemos escuchado hablar sobre subidas de precio en todo. La luz, los productos de primera necesidad, los combustibles… Cosas necesarias en nuestro día a día que nos obligan a hacer “malabarismos” para cuadrar las cuentas. Los que peor lo pasan son las familias con rentas bajas, las cuales tienen que calcular hasta el último céntimo en sus gastos por culpa de estas subidas. Por eso, a continuación compararemos cómo de grande es la diferencia entre los precios actuales y los de años atrás.
En cuanto a productos básicos, dos de las subidas más sonadas han sido las de la leche y el aceite. Estos han tenido un índice de variación anual de un 30% y un 28%, respectivamente. La marca blanca de leche ha subido muchísimo a raíz de la pandemia, pero es que ya antes de este terrible suceso se venía dando una subida ascendente. Actualmente encontramos el litro en el supermercado a unos 90 céntimos, cuando en el año 2010 podíamos encontrarlo por unos 50 céntimos. Un aumento de alrededor de un 80% en 13 años. En cuanto al aceite de oliva, encontramos el kilogramo, actualmente en torno a los 5,50€. Sin embargo, echando la vista atrás, en el año 2012 tuvimos precios históricos, pudiendo comprar el kilo de aceite a 1,85€, una diferencia abismal.
No solo en lo alimenticio
Otra subida muy polémica fue la de los combustibles. Este tema tocó techo durante el año 2022, con unos aumentos en los precios desorbitados. Tales fueron estos, que el gobierno tuvo que sacar una ayuda para rebajar el coste. Alcanzamos a ver la gasolina a 2,2€ el litro. Actualmente su precio se encuentra en torno a 1,5€, una bajada significativa. Pero si retrocedemos en el tiempo, vemos que en el año 2005, España se echaba las manos a la cabeza cuando la gasolina se acercaba a precios de 1€/L. En el año 2010, encontrábamos precios que rondaban los 1,2€ por litro de gasolina.
Otra polémica subida ha sido la de la luz, a la cual se le ha conseguido regular en cierta manera. En enero de 2022, la factura de la luz suponía un coste medio en España de 202€, seguramente el momento álgido de la situación. Aquello supuso un tremendo revuelo y las medidas facilitaron la vida a los ciudadanos. En enero de este año el precio medio ha sido de unos 60€, lo cual nos ha devuelto a niveles más normales, muy similares a los 50€ medios que había en el año 2015.
Todos estos aumentos suponen “trabas” para el ciudadano de a pie. Estos necesitan de intervención por parte de los gobiernos en forma de ayudas, lo cual es una mala señal para la economía del país. Veremos cómo se presenta el futuro en este ámbito, pero sin duda, al menos en el tema de alimentación básica, tiene pinta de que nos queda tiempo para seguir quejándonos.