Vivir en un pueblo tiene sus ventajas y sus inconvenientes, aquí podemos ver 5 de cada

Con el paso de los siglos, y en especial desde el siglo XI, los pueblos han ido perdiendo población a costa de las ciudades. La industrialización es una de las causas. Son numerosas las diferencias  que existen entre las ciudades y los pueblos. Cada quien tiene su favorita pero aquí traemos una serie de pros y contras que es posible que decanten la balanza sobre un lado u otro.

Pros de vivir en el pueblo

La tranquilidad reina en los pueblos. No hay coches, no hay fábricas, no hay atascos que puedan alejar a los habitantes de un pueblo de la paz que se respira.

La naturaleza se deja ver por cualquier esquina. Los pájaros, las flores o las montañas son acompañantes perfectos para la vida pueblerina que es una ciudad son imposibles de conseguir. Estar tranquilo en casa y que los únicos sonidos provengan de la naturaleza es una sensación de paz incompatible con las ciudades.

Vivir en el pueblo es más económico. De acuerdo con Generali, comprar una vivienda en el pueblo sale un 52% más barato que hacerlo en la ciudad. El precio de los bienes básicos no se verá disminuido.

La libertad que los pueblos permiten. No hay tráfico, robos ni ningún elemento externo que haga mantenerte en alerta. Esto es algo fundamental a la hora de decantarse a la hora de vivir con la familia, especialmente si en ella hay niños pequeños. Los más pequeños son los que más se nutren de esta libertad. Pueden estar por el parque sintiéndose totalmente libres, lejos de la vigilancia constante de su tutor.

Sin duda la mayor ventaja que existe de la vida en el pueblo es la familiaridad y cercanía que sus habitantes despiertan. Al ser pocos habitantes, todos conocen a todos, por ende, todos se ayudan entre sí. En el pueblo se prioriza el comercio local, por ejemplo. Esto hace que los tratos entre personas sean más familiares y constantes, creando una gran familia.

Contras de vivir en un pueblo

Los medios de transporte públicos son escasos o, en algunos caso, inexistentes. Los autobuses dominan el tráfico en la ciudad, sin embargo en los pueblos no es así. En una ciudad es normal encontrar un bus cada 5 o 10 minutos. Sin embargo en los pueblos lo normal, es que sea cada hora, cada día o incluso no pasen. En el peor de los casos la población de un pueblo ha de ir a la capital del municipio para poder gozar del medio de transporte, lo cual es un gran inconveniente.

La falta de comercios abunda en los pueblos minoritarios. Es normal encontrar ambientes rurales donde no existe prácticamente comercio. No hay supermercados ni tiendas locales donde comprar, entre otras cosas, comida.

Escasos medios de ocio. Se puede disfrutar de un centro comercial, museos o cine en la ciudad, sin embargo en el pueblo es complicado encontrar elementos así. En el pueblo las formas de ocio son más primarias. En caso de ser un niño lo habitual es ir al parque o a la pista con los amigos. A medida que te haces mayor pasas del parque del pueblo al bar del pueblo donde ir a tomar algo con la gente que en él vive.

Los centros de estudio se colocan en las capitales de municipio o incluso en la ciudad. Muchos son los pueblos que no gozan de estudios primarios. No hay guarderías, colegios o institutos, por no hablar de la imposibilidad de la universidad

La necesidad de moverte mediante el coche. Tener coche se convierte casi en una oblación para la gente de pueblo. La falta de transporte público, de comercios o de centros de estudio hace necesario el desplazamiento mediante coche. Esto supone un gran gasto. No simplemente en gasolina para abastecer los kilómetros a recorrer sino la compra del coche y su mantenimiento, seguros, taller, revisiones…

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