Nuevas versiones de los bolos vienen para hacerse un hueco entre los juegos más característicos del verano
Ahora que se acerca el verano, los juegos al aire libre comienzan a cobrar más protagonismo. La playa, los camping y las tardes entre jardines son los mejores escenarios para pasar tiempo de calidad en compañía de amigos y familiares. ¿Y quién no es amante de una buena competición?
Los bolos son una gran alternativa para matar esos tiempos muertos y para animar el ambiente. Siendo de Cantabria, es altamente probable que la primera opción que se te ocurra sean los reconocidos bolos cántabros.
Para quién no los conozca, este deporte que incluso está federado, tiene como objetivo general, derribar el mayor número de bolos en dos tiradas. Otro juego que también triunfa aquí en el norte, es la petanca. El fin de este juefo es conseguir que tus dos pelotas queden lo más cerca posible de la pequeña bola lanzada previamente.
Sin embargo, hay otros tipos de bolos tal vez no tan conocidos, que pueden ser una divertida alternativa a las versiones más tradicionales.
O también conocido como bolos finlandeses, son una gran opción para competir de forma individual, por parejas o en equipos. El fin de este juego es alcanzar los cincuenta puntos exactos.
Hay un total de doce bolos, cada uno numerado, con una colocación específica. Lo que se debe hacer es, desde una distancia de cinco pasos, lanzar el palo mölkky y conseguir derribar los bolos. En el caso de que se caiga uno solo, se sumará a la puntuación el número que haya pintado en el bolo; y en el caso de que se derriben varios, se sumará el número de bolos caídos, no sus respectivos números.
La dificultad del juego reside en que, cada vez que se caiga un bolo, este se debe colocar no en la misma posición de antes, sino en el lugar en el que apunta la zona puntiaguda. Así pues, los bolos poco a poco se van dispersando por el campo y no se pueden derribar varios a la vez.
En el caso de que alguno de los equipos se pase de los cincuenta puntos, tendrán una penalización y se les descontará veinte puntos.
El Kubb también se conoce como bolos vikingos. Este puede resultar un poco más complicado que el Mölkky, pero una vez se comprenden las reglas, es muy divertido.
En primer lugar, se debe dividir en dos equipos. Se separará el campo en dos, y en el centro se colocará el bolo en forma de torre. A cada lado, frente a cada equipo, se situará una hilera de cinco bolos rectangulares, llamados kubbar, que harán de mini torres.
El objetivo del juego consiste en conseguir derribar primero todas las torres del equipo contrario para luego derribar la torre del centro. Sin embargo, no es tan sencillo como suena.
Cada equipo contará con seis palos para lanzar, denominados kastpinnar, y con ellos debe derribar las mini torres del equipo contrario. En cada turno, debe lanzar los seis palos. Cuando un equipo derriba una torre contraria, el equipo vencido debe colocar esa torre en el campo contrario y debe derribar esa torre antes de poder intentar atacar a las torres contrarias.
Así pues, estos dos juegos menos conocidos son otras opciones para fomentar la competitividad y pasar un buen rato en amigos.