Nuevas alternativas para los jóvenes deportistas que ven peligrar el compaginar los estudios con el fútbol

Dos jóvenes cántabros nos cuentan su experiencia en Estados Unidos, compaginando el fútbol y sus carreras universitarias

A pesar de que pueda parecer imposible, empresas como AGM o Global College, consiguen hacer real el sueño de muchos. Muchas veces, los jóvenes deportistas llegan a encontrarse en algún punto de sus vidas ante una importante decisión: dejarlo todo por el deporte o continuar con los estudios. Sin embargo, muchos de ellos desconocen que, comenzar a cursar una carrera universitaria no tiene porque obligarte a dejar de lado poder jugar al fútbol.

Gracias a programas acompañados por becas deportivas, muchos jóvenes en España han descubierto que, en Estados Unidos, hacer ambas cosas no es imposible. A continuación, dos jóvenes futbolistas de Cantabria nos contarán su experiencia y cómo este programa les cambió la vida. 

En primer lugar, Javier Maruri, de veinte años, desde el estado de Nashville, se embarcó en esta experiencia con muchas ganas y un poco de fe:

  1. ¿Qué estudias?

Business administration in Sport administration, o como se diría en español, ADE enfocado a la administración deportiva. 

  1. ¿Desde cuándo juegas al fútbol?

Federado, desde segundo de primaria.

  1. Cuando empezaste a jugar de forma más profesional, ¿alguna vez te planteaste que podría llevarte a estudiar en Estados Unidos?

No. De hecho cuando se me presentó la oportunidad me sonó un poco a chino. Pensé, “si esto suena muy bonito pero va a ser imposible”

  1. ¿Cómo ha resultado todo el proceso? ¿Sencillo? ¿Complicado? Cuéntame más sobre ello.

Es bastante tedioso. Porque tienes que hacer mucho papeleo, muchos correos, moverte mucho, hablar con varios entrenadores, de los cuales muchos te venden la moto, tienes que crear un perfil, montar un video de highlights, etc.

Luego, una vez tienes la universidad tienes que mandar tus notas de todo, tienes que aprobar unos exámenes, y lo del visado ya ni te cuento lo coñazo que es. Si hubiera una palabra para definirlo sería tedioso. 

  1. ¿Cómo ha sido compaginar allí la carrera y el fútbol? ¿La universidad ha ayudado o complicado esa compaginación?

Es bastante fácil compaginarlo. Porque los exámenes no tienen tanto peso allí y no hay que estudiar tanto. Es más un tema de trabajos del día a día. Y esto ha hecho que se me haga más fácil llevarlo. 

  1. ¿Cuánta importancia/apoyo tiene el fútbol en tu universidad? 

Bastante poca. Sobre todo comparado con otros deportes como básquet, o beisbol, que allí le dan más importancia. De hecho, históricamente es un programa que ha tenido poco éxito.

  1. ¿Vas a estudiar allí toda tu carrera universitaria?

Es la idea. 

  1. ¿Consideras que el haber estudiado en una universidad norteamericana va ha suponer una ventaja en tu desarrollo como profesional?

Sí. 

A su vez, Eva Díez, a sus veintidós años y con la carrera a punto de finalizar, nos cuenta su experiencia desde el estado de Atlanta:

  1. ¿Qué estudias?

Psicología.

  1. ¿Desde cuándo juegas al fútbol?

Llevo jugando al fútbol desde que tenía cinco años, y empecé jugando con chicos. 

  1. Cuando empezaste a jugar de forma más profesional, ¿alguna vez te planteaste que podría llevarte a estudiar en Estados Unidos?

De forma más profesional empecé a jugar cuando tenía dieciséis años, cuando mi equipo ascendió a segunda división. 

En aquel entonces muchas jugadoras ya cobraban bastante, de hecho podían vivir de ello, pero mi equipo era bastante pequeñito y no teníamos mucho dinero. Yo, por ejemplo, al ser pequeña no cobraba pero alguna de mis compañeras sí. 

A los diecisiete me escribió una agencia preguntándome si quería irme a EEUU con una beca que me permitiera seguir jugando al fútbol y hacer allí mis estudios. La verdad es que no dudé ni un segundo en aceptarlo porque yo sabía que si me quedaba a estudiar en España, lo más probable era que tuviera que dejar los estudios porque iba a ser muy difícil compaginarlo porque, ya en segundo de bachillerato me resultó muy difícil porque un fin de semana sí, un fin de semana no, tenía que viajar a una punta de España y se me hacía un mundo con los estudios. 

Entonces me saqué dos exámenes, el Toefl y el SIT (la prueba de acceso a la universidad en América). 

  1. ¿Cómo ha resultado todo el proceso? ¿Sencillo? ¿Complicado? Cuéntame un poco sobre ello.

Al principio fue todo un poco pesadilla, puesto que sacarme los dos exámenes, más terminar el bachillerato y continuar con el fútbol es mucho estrés. Pero al final lo supe llevar bien.

Además tuve la suerte de coincidir allí con una de mis mejores amigas, puesto que a pesar de ir con dos agencias diferentes el mismo entrenador nos escribió y nos fuimos juntas. Eso me ayudó a adaptarme allí, puesto que mi nivel de inglés era un poco más bajo que el de ella y también al principio soy un poco tímida, pero mis compañeras americanas me ayudaron muchísimo y estaban super atentas de nosotras. Además era la primera vez que tenían dos internacionales, dos españolas, y parecíamos ser el juguete de todas. 

Todo eso hizo que una vez en EEUU todo fuera bien, pero es cierto que todo el proceso de antes fue todo un poco caos y muy estresante. 

  1. ¿Cómo ha sido compaginar allí la carrera y el fútbol? ¿La universidad ha ayudado o complicado esa compaginación?

La verdad es que allí la universidad si eres atleta te ayuda muchísimo. Ojalá que aquí en España eso se pudiese hacer porque en ese sentido EEUU es un ejemplo porque apuestan muchísimo por los atletas y también por los estudios. En EEUU por ser deportista tienes un premio, que es una beca, y eso para ellos es algo muy importante y que no se consigue con facilidad. 

Yo, por ejemplo, tenía el Torneo de la Conferencia y me perdía un examen. Entonces, lo que hizo mi profesora fue que le dio a un advisor (una persona del equipo que ayuda en el ámbito académico, se preocupa por la asistencia, las notas, etc.) el examen y mientras estábamos en el hotel, y el resto de mis compañeras hacían una actividad de equipo, yo estuve haciendo el examen. Yo creo que ahí se ve cómo los profesores apuestan por los atletas. La verdad es que es una gozada y te lo ponen muy fácil para que puedas compaginar y sacar buena nota. Pero también te lo tienes que currar. 

  1. ¿Cuánta importancia/apoyo tiene el fútbol en tu universidad? 

Yo creo que todos los deportes tienen el mismo apoyo, por lo menos en mi universidad. Tienen el mismo dinero, las mismas ventajas, todos tenemos las instalaciones que necesitamos. Pero luego en cuanto a la importancia eso depende del apoyo que haya fuera de la universidad. 

Al final a los americanos les importa más el fútbol americano que el soccer (fútbol), ya que les encanta, lo entienden mejor y lo disfrutan mucho más, además de ser el deporte del país. Además, el fútbol americano y el baloncesto al final producen más dinero ya que la gente está más interesada en verlo. 

Pero sí que creo que la universidad apoya a todos los deportes por igual.

  1. ¿Consideras que el haber estudiado en una universidad norteamericana ha supuesto una ventaja en tu desarrollo como profesional?

Sí, y un sí gigante. Ojalá pudiesen ver todos los clubes de España de fútbol femenino las instalaciones que tenemos. Somos profesionales. Yo por ejemplo tengo un locker (taquilla) para mi sola, donde tengo mis botas, mis espinilleras, mis cosas. Nos dan el desayuno todas las mañanas, tenemos una sala con futbolín, sofás, playstation, y muchas cosas más. 

Luego también las salas de fisioterapia tienen muchas camillas, tenemos dos piscinas, una con una cinta de correr y la otra con agua fría para meternos después de los partidos. Todos los campos en los que jugamos son naturales, al contrario que en España que, todavía en la liga en división 1 puedes ver que no todos los campos son naturales. 

Como jugadora, eso te hace sentir profesional. Además me lavan siempre la ropa, que es una gozada. Tal vez son pequeñas tonterías, pero a mi como persona me parece que hacen sentirte profesional y que no veo que se den en España. Y eso me ha hecho darme cuenta que me gustaría seguir como profesional. 

Mis entrenadores son los primeros que me apoyan y son los primeros que me quieren seguir viendo en otros países jugando al fútbol y llegando a ser profesional y poder vivir de ello. Además ellos su trabajo es eso, ser entrenador de mi equipo, y dedican todo su tiempo y esfuerzo en nosotras, y eso se nota. 

Así pues, casos como estos demuestran que no todo es imposible, y que con esfuerzo y ganas, todo puede conseguirse.

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