¿El termino superalimento es una exageración o realmente funcionan como tal?
En los últimos años no hemos parado de oír de mano de tertulias de salud, anuncios de marcas de comida y expertos de la nutrición el término “superalimento”. Estos alimentos, con superlativo propio, pueden ser desde las bayas de goji hasta las semillas de chía y se promocionan como verdaderos «superiores» de la alimentación, capaces de proporcionar atributos increíbles para la salud de los que los consumen. Pero ¿qué verdad hay en todo esto?
Los superalimentos son aquellos que contienen una concentración excepcionalmente alta de nutrientes, como vitaminas, minerales, antioxidantes y grasas sanas. Se exponen como opciones en la búsqueda de la longevidad, la salud, la estética y la buena nutrición, pero, es necesario tener ciertas consideraciones realistas en torno a sus beneficios.
Aunque es verdad que muchos de estos alimentos son nutricionalmente positivos, no debemos olvidar que no sustituyen a una alimentación saludable y variada. No existe una solución mágica para los problemas de salud, y ningún tipo de suplemento nos ayudara en ningún tratamiento.
Es cierto que los superalimentos como las bayas de acai, las espinacas o el aguacate son excelentes fuentes de nutrientes y antioxidantes. Sin embargo, también debemos recordar que otros alimentos comunes y corrientes, como las frutas y verduras de temporada, los cereales integrales y las legumbres, también son fundamentales para una dieta correcta.
Otra cosa que debemos tener en mente es que el término «superalimento» es más bien una estrategia de marketing que una clasificación científica. No existe una lista oficial de superalimentos y cada año surgen nuevos productos que se promocionan como tales. Por lo tanto, es esencial investigar y obtener información objetiva antes de embarcarse en la compra y el consumo de estos alimentos. Debemos tener cuidado y revisar todos los productos que compramos para no caer en timos (como los falsos panes integrales) o aquellos que anuncian cosas extremadamente positivas (fuentes de calcio, fuentes de hierro, fuentes de proteína, etc) y a la vez, extremadamente engañosas.
Los superalimentos pueden ser una incorporación saludable a nuestra dieta, siempre y cuando los consumamos en el contexto de una alimentación equilibrada y variada. No debemos depender exclusivamente de ellos ni creer en promesas exageradas y sin ningún rigor científico. Las claves para una vida saludable radican en una dieta balanceada, ejercicio regular y un estilo de vida sin excesos.