Cada año se da un pasito más hacía la normalización del psicólogo, aun así sigue cargando un runrún detrás
Ir al psicólogo siempre ha sido un tema tabú en la sociedad, algo contra lo que se está luchando. En los últimos años se está tratando de normalizar ir a terapia, bien sea individual o en grupo “La salud emocional es igual o más importante que la física. Si cuando duele una pierna es normal ir al médico. Hay que hacer entender que cuando uno tiene un problema psicológico es normal ir al psicólogo” comenta Sara Gutiérrez estudiante de tercero de Psicología en la Universidad de Salamanca. No es una situación juzgable ir al médico de cabecera a mirarte un dolor de cabeza o hacerse unos análisis. Entonces ¿Por qué ir al psicólogo si lo es?
El problema proviene de que en un inicio se tachaba de loco a todo aquel que fuese a terapia. La estudiante afirma que “Al decir que vas al psicólogo te tachan de loco porque no está generalizado. No se entiende que el estar mal nos puede pasar a cualquiera”. Esta es unas de las razones por la cual existe el rechazo. Muchas personas que creen que visitar a un profesional es para flojos. Esta sección de la población se sienten superiores y no entienden que el día de mañana pueden ser ellos.
“Especialmente las personas mayores no tienen integrada la figura del psicólogo, normalmente por los estereotipos con los que nacieron” cuenta Sara. Entre los jóvenes cada día se toma con más naturalidad la ayuda de un experto para solucionar problemas o, incluso, para prevenirlos. No obstante, aún crea cierta desconfianza como comenta Sara “Cuando alguien te dice que va al psicólogo no lo juzgas pero si te lo tomas con respeto. En una primera instancia tiendes a pensar que esa persona tiene un montón de problemas cuando quizás simplemente quiere proteger su salud mental”.
No siempre es uno mismo el que se da cuenta que tiene problemas y necesita ser tratado. En ocasiones los amigos y familia han de tomar un papel activo. A veces son ellos los que deben de dar el paso al recomendar un psicólogo. “Esta situación es crucial tomárselo con naturalidad, como tratándose de cualquier enfermedad. Darla una importancia excesiva o premeditar demasiado el cómo decirlo puede causar rechazo a la otra persona. Si cuando te dice que le duele la tripa no te cuesta decir que vaya al médico, con la salud mental debería de ser igual” comenta la futura psicóloga.
De acuerdo con el sistema nacional de Salud en España alrededor de un millón de personas sufren alguna enfermedad psicológica. La OMS afirma que en todo el mundo asciende el número hasta los 970 millones de personas. Aun con estos datos y conociendo de su peligrosidad está normalizado dejarlo de lado por miedo a que la gente pueda llegar a juzgarte por ir a visitar a un profesional.