El fisioterapeuta, Borja Garay, de la clínica de fisioterapia Garay y Oporto, habla del trabajo y la importancia que hay detrás de los atletas de alto rendimiento que ha podido tratar, como Iago Herrerín.
Buenas tardes, gracias por concedernos esta entrevista. ¿Podría presentarse y decirnos un poco sobre su experiencia en fisioterapia deportiva?
Claro, mi nombre es Borja Garay y soy fisioterapeuta deportivo. He trabajado con atletas de alto rendimiento durante más de 10 años, incluyendo entre ellos jugadores de la primera división española de fútbol, como Iago Herrerín.
¿Podría decirnos cuál es su papel como fisioterapeuta de atletas de alto rendimiento?
Claro, mi papel es ayudar a los atletas a mantener y mejorar su rendimiento físico. Esto incluye trabajar en la prevención de lesiones, la rehabilitación después de lesiones y la mejora de la movilidad, la fuerza y la flexibilidad. También trabajo en estrecha colaboración con otros profesionales de la salud deportiva, como médicos y entrenadores, para garantizar que los atletas reciban la mejor atención posible.
¿Cuáles son los mayores desafíos que enfrenta en su trabajo?
Uno de los mayores desafíos es trabajar en un entorno de alta presión. Los atletas de alto rendimiento tienen mucho en juego y necesitan estar en su mejor forma en todo momento. También es importante recordar que cada atleta es único y tiene necesidades específicas, por lo que es crucial adaptar mi enfoque a cada uno de ellos.
¿Cómo se asegura de mantenerse actualizado en las últimas técnicas y prácticas de fisioterapia deportiva?
Me aseguro de mantenerme actualizado asistiendo a conferencias y seminarios, y leyendo publicaciones y estudios relevantes. También me gusta trabajar con otros profesionales de la salud deportiva y colaborar en la investigación y el desarrollo de nuevas técnicas y prácticas.
¿Es más difícil tratar con atletas de alto rendimiento?
Normalmente no. Lo más complicado con los atletas es el tema mental, como no asumir que no llegan a cierta competición a buen nivel, ver que el de al lado es mejor que él… Por lo demás lo peor es curar lesiones adecuadamente para evitar la recaída. Los atletas se dejan tratar estupendamente y como están en un tono físico normalmente muy bueno y mejor que el de la media es un gusto. Muchas de las personas que vienen a tratarse, son pacientes que vienen un par de veces por molestias, gente mayor que tiene problemas de movilidad… entonces este tipo de casos suelen acabar con una visita de nuevo (risas).
¿Cómo empezaste a tratar a atletas de alto rendimiento?
A ver, nuestra principal labor no es con atletas, es con gente normal. Somos un centro de rehabilitación y tratamiento enfocado a las personas de a pie. Si es cierto que hemos tenido oportunidades como atletas del campeonato de España de 300 metros lisos, jugadoras de volleyball de la selección española o Iago Herrerín, pero eso solo son casos puntuales fruto del trabajo.
¿Cuál fue el primero de ellos que trataste?
El primero fue Iago, en 2018. Sabíamos que iba a venir porque somos de la misma ciudad, de Castro-Urdiales, y ya nos habían avisado de que vendría. Nos dijo que ya nos conocía y que le habían hablado bien de nosotros, y nos escogió porque él quería recuperarse aquí, en vez de estar yendo y viniendo todos los días al fisio del club.
¿Has notado alguna diferencia en el trato con atletas de alto rendimiento? ¿Tienes alguna anécdota?
La verdad que no he experimentado ninguna diferencia, lo único que sí que me ha pasado es las ganas, la ilusión y esos nervios de saber la responsabilidad que tengo y lo feliz que me siento porque sé que estoy haciendo bien las cosas. Y anécdotas tengo una con una chica que jugaba en la selección española de volleyball, pero que no la puedo contar porque igual se enfada (risas).
Por último, ¿qué consejos le daría a alguien que quiere convertirse en fisioterapeuta deportivo?
Lo más importante es tener una buena formación y experiencia en fisioterapia general, y luego adquirir experiencia en fisioterapia deportiva trabajando con atletas y equipos deportivos. También es importante tener una pasión por el deporte y un deseo de ayudar a los atletas a alcanzar su máximo potencial. Y por supuesto, ser un buen comunicador y trabajar bien en equipo es esencial en este campo.