El yoga es considerado para muchos un estilo de vida, para conocer sus beneficios, hemos realizado una entrevista a María F.R que en unos meses será instructora de este ejercicio
Para María, el objetivo final del yoga es “alcanzar lo que se conoce en sánscrito como samadhi, que sería alcanzar la iluminación”. Con esto, la entrevistada se refiere a “encontrar el equilibrio, volver a tu centro y mejorar nuestras vidas en todos los niveles”.
También la hemos preguntado cómo le surgió la idea de practicar estos ejercicios: “Al principio buscando una manera de ejercitar el cuerpo, simplemente por el aspecto físico, una vez te das cuenta de lo bien que te hace sentir vas ahondando más y se acaba convirtiendo en una necesidad para sentirte bien”, ha explicado la joven.
Nos ha comentado que realiza yoga en su casa pero que también lo combina con clases en una sala con más personas. “El yoga no requiere tener un nivel mínimo, se adapta a todo el mundo” ha dado a conocer a los lectores.
Beneficios del yoga
Este estilo de vida tiene tanto ventajas internas como externas. María nos explica que “los beneficios a nivel interno son asombrosos, vivimos en la carrera continua, el multitasking y muchas veces olvidamos parar y prestar atención a lo verdaderamente importante y a los pequeños detalles”.
“El yoga y la meditación me ha ayudado a parar, a ser consciente de cada acción prestando atención a cada actividad, a mantener la calma en momentos de más estrés o presión…” ha declarado.
Más centrados en beneficios externos, el yoga hace que ganes fuerza corporal, elasticidad y resistencia entre otras cosas. “Te ayuda a encontrarte más ágil” ha resumido María.
Por último, nuestra entrevistada, que pronto se convertirá en instructora de este estilo de vida, anima a los lectores a probarlo: “hay muchos tipos y se adapta a todo el mundo, sin duda te cambia la vida” ha concluido.
Las posturas en yoga son denominadas asana. Son descritas como un medio para alcanzar, a través de la meditación, el bienestar corporal y mental. Vamos a conocer las tres posturas más sencillas:
Sukhasana, la postura fácil. Sus beneficios son la relajación, fortalecimiento de la espalda y flexibilidad en rodillas y tobillos. No es recomendable para personas con problemas en rodillas.
Tadasana, la postura de la montaña. Entre sus beneficios se encuentran la toma de conciencia de los apoyos de nuestro pie y de los desequilibrios de nuestra espalda y cadera. Esta postura involucra el trabajo muscular de la columna y los brazos que deben estar flexionados.
Bhujangasana, postura de la cobra. Esta postura es beneficiosa para tener una mayor flexibilidad de la columna, aunque las personas con problemas de espalda o hernias no debería realizarla.