«El momento en el que salí del agua fue uno de los más mágicos de mi vida», recalca el campeón cántabro.
El pasado jueves 23 de marzo se disputó la VIII edición de La Vaca Gigante, el célebre campeonato internacional de olas grandes que se ansía cada año en la provincia de Cantabria. Los acantilados de la Cantera de Cueto fueron testigos de un invencible Nano Riego, que logró surfear la ola valorada en 9.87 puntos que le lanzó directamente al podium.
La Vaca Gigante se ha convocado con tan solo 24 horas de antelación debido a las condiciones meteorológicas y, en total han sido dieciocho los participantes que se han atrevido a surfear las olas más grandes de Cantabria. Entre ellos, nueve eran surfistas cántabros: Guille Gutiérrez, Nico García, Michel Velasco, Óscar G. Ibars, Miguel Welsh, Nano Riego, Juan Merodio, Luis García, y Juan Díaz Terán; y nueve surfistas internacionales: Juan Fernández (GAL), Axi Muniain (EUK), Jose Carlos (BRA), Willyam Santana (BRA), Vini Dos Santos (BRA), Ale Morales (AND), Daniel Rangel (ECU), Tony Laureano (POR) y Albert García (CNY).
Las ganas de participantes y aficionados se notaban. Y es que el campeonato logró reunir a más de 5000 personas en la costa norte. Los tres años de parón aún dejan huella y han sido los responsables de esta alta cifra de asistentes que han querido disfrutar del streaming en directo.
Nano Riego, un surfista de 40 años que comenzó cuando tenía tan solo 20 y que ha participado en todas sus ediciones menos en dos ocasiones, salió victorioso de la gran final a la que se enfrentó contra los brasileños Willyam Santana y Vinicius Dos Santos. La emoción estuvo presente hasta el último momento. Una última ola, con la altura equivalente a un edificio de dos alturas, fue la responsable de otorgarle el primer puesto. Nano ha contado emocionado a nuestra revista como vivió el momento al salir del agua tras la victoria: “Puedo decir que el momento en el que salí del agua sabiendo que había ganado y vi a mi familia, amigos, la comunidad surfera de Cantabria y toda la gente que vino a recibirme y a darme su afecto fue uno de los más mágicos de mi vida. Fue un momentazo.”
Máxima concentración y una buena lectura de donde atacar la pared son el primer paso para coger la mejor ola. “Si una vez coges la ola la bajada es realmente vertical y extrema, la sensación de euforia es enorme. Si consigues ese punto en algún momento del baño, eres capaz de dar lo mejor de ti mismo”, nos cuenta Nano.
Por mucho respecto que le tengas al mar, ningún surfista se libra de malas experiencias. Lleva casi 18 años surfeando olas muy exigentes, así que ha vivido bastantes situaciones extremas. “Creo que la peor experiencia que tuve fue haciendo una sesión de remada en la isla de Mouro”. Nano tuvo la mala suerte de caer desde lo alto de la ola y de que se le cayese el labio encima, lo que le hizo sumergirse aún más. “Por aquel entonces no teníamos chalecos de impacto, teníamos tablas muy malas e inventos muy largos, con lo cual pasé un mal trago”. Logró pasar dos olas por debajo, sin tener tiempo entre la primera y la segunda para poder coger aire. “Pensaba que no iba a poder aguantar. Con suerte estaba muy bien de forma y, aunque me había arrastrado muchísimo la ola pude salir bien”.
A raíz de ganar este campeonato Nano ha sido invitado al Buey de Chile 2023. “¡Ojalá que pueda ir y participar!”