Las obras en esta ciudad forman ya parte del paisaje diario de nuestras vidas

Mis amigos y yo tenemos un chiste propio bastante curioso, el de que cada vez que veamos algo que unas obras en nuestra ciudad repliquemos: “el día que la acaben será el fin del mundo”, bueno en realidad no lo decimos, seria como hacer un chiste irónico sobre como el cielo ese día esta azul.
Oh, Santander, la ciudad donde las obras nunca se detienen. Siempre hay algún proyecto de construcción en marcha, alguna calle cerrada al tráfico, algún tramo de acera levantado. ¿Quién necesita caminar por la ciudad sin tropezar con obstáculos y señales de construcción? ¡Aburrido! Y no olvidemos las vistas panorámicas de las grúas, excavadoras y obreros trabajando. No hay nada más bonito que el paisaje urbano en construcción. Es como una obra de arte en constante evolución.

Ahora en serio, que es lo que le pasa a esta dichosa ciudad con los proyectos, recientemente se iniciaron las obras de creación del nuevo museo de prehistoria MUPAC colando la primera piedra del nuevo edificio, pero también se anuncio este mes la remodelación del antiguo edificio del Banco de España para acoger el Archivo Lafuente y la sede asociada del Museo Reina Sofía. Y por si esto no fuera poco, el banco Santander (que no confundir con la ciudad) sigue inmerso en su gran proyecto de hacer otro museo de arte (como no nos den el premio Guinness por mayor cantidad de museos en un kilometro cuadrado yo creo que hay tongo) en el icónico arco del edificio Banco de Santander que se llamara Espacio Pereda, que servirá a su vez de complemento al moderno y escamoso Centro Botín, el museo de arte moderno del parque Pereda (en esta ciudad tan llena de arte no somos muy creativos con los nombres).

Pero en ese texto solo estoy hablando de los proyectos de creación de museos, porque como me ponga a hablar de cada rampa mecánica, ascensor y suelo que se está levantando me daba para llenar por lo menos dos bibliotecas enteras, aunque quizás cerraría al poco tiempo por falta de bibliotecarios como le paso a el recientemente abierto Centro Cultural Fernando Ateca, otra de las obras de esta ciudad en continuo estado de construcción, paraíso de los manitas y de los arquitectos.

¿Pero qué tiene de malo porque te quejas?, eso es una buena pregunta, quizás no debería celebrar la modernización y creación de infraestructuras en mi ciudad y lo hago a menudo, pero, siendo malpensados, a veces se puede pensar que tanto proyecto es solo una manera de buscar el hacerse la foto delante del edificio bonito como crédito político.
Muchas de las obras sufren de su abandono si no se tienen en cuenta con el tiempo, se debe buscar la manera de construir pero también de mantener eso que ya hemos construido. Aunque si se rompe, siempre podemos construir otra cosa encima.

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