Hemos mantenido una charla con el joven sobre el proyecto de Cantabristas y el cómo afrontan las elecciones
P: ¿Cómo surgió la idea de Cantabristas?
R: Cantabristas surge para dar respuesta a todas aquellas personas que piensan que es
necesario hacer política de otra forma, planteando otro modelo para nuestra tierra
diferente al de los principales partidos que han gobernado en las últimas décadas,
defendiendo los intereses de Cantabria y de nuestra gente. No compartimos el modelo
de los principales partidos y creemos que es fundamental que las principales decisiones
que afectan a nuestra tierra se tomen aquí, sin obedecer a intereses o decisiones de
Madrid. Y también, pensamos que es necesario cambiar el modelo económico para
avanzar hacia una sociedad más justa, desplegando políticas públicas para reducir la
desigualdad y la pobreza, así como el desequilibrio territorial y el acceso a los servicios
por parte de todas las personas, independientemente del lugar en que residan.
P: ¿Cuáles son los objetivos principales que tenéis para Cantabria?
R: Apostar por otro modelo económico y social, un modelo de futuro que abandone la
senda de las políticas del hormigón y del modelo del turismo masivo, apostando por la
diversificación económica, la investigación y desarrollo, el fortalecimiento de los
servicios públicos y la justicia social. Queremos contribuir a construir una Cantabria
consciente de sus posibilidades, cohesionada y dispuesta a defender su territorio, su
patrimonio, su cultura y los derechos de todas las personas.
P: ¿Creéis que es importante la involucración de gente joven en política?
R: Pensamos que es fundamental. La gente joven es la que más va a sufrir las malas
decisiones que se están tomando hoy, y necesitamos que tome conciencia de la
necesidad de implicarse para cambiar las cosas. La política cántabra necesita relevo, una
forma nueva de hacer las cosas y de imaginar la Cantabria del futuro y los pasos que
tenemos que dar para llegar hasta allí. No podemos seguir tolerando un modelo que nos
lleva a emigrar o a aceptar trabajos precarios, estacionales y mal pagados. Por eso, la
gente joven es central en nuestro proyecto y, por eso también, Cantabristas está
teniendo tan buena acogida entre ese sector de la población.
P: ¿Cuáles son los mayores retos a los que se enfrenta Cantabria actualmente?
R: El fundamental es cambiar de rumbo. Dejar de apostarlo todo al modelo único del
turismo masivo y trabajar por generar un tejido productivo en otros sectores. Para eso
hace falta planificación y una visión a largo plazo. Hay que recuperar el tejido industrial
y la iniciativa en sectores como el agroalimentario o el de la industria biosanitaria, entre
otros. Hay que apostar por la formación profesional y por la innovación como motores
de ese cambio. Desarrollar un modelo productivo que garantice que la gente joven no
tenga que abandonar cada año Cantabria para buscarse un futuro en otro lugar.
En ese cambio de rumbo, necesitamos avanzar en varios ámbitos, pero hay uno que es
fundamental, que es el transporte. El pasado año presentamos una propuesta, un
modelo de transportes para conectar toda Cantabria con unas frecuencias y una
cobertura que mejorar en mucho el modelo existente. Planteamos una reorganización
del transporte público en tren, autobús y por mar. Apostamos por la intermodalidad,
por integrar todo el transporte de Cantabria en un consorcio y en una tarjeta única, que
permita conectar y garantizar los derechos de las personas que viven en zonas rurales o
mal comunicadas. En ese sentido, invitamos a cualquier persona interesada a conocer
nuestra propuesta, que está publicada y accesible para cualquier persona en nuestra
web.
P: Apostáis por una fuerte defensa al patrimonio cultural de la región, ¿Por qué es tan
importante para vosotros y que es lo que proponéis para enriquecerla?
R: Porque es una asignatura pendiente. En Cantabria, pese a contar con las herramientas
para ello, se ha abandonado el patrimonio y la cultura por desinterés de las instituciones.
Tenemos un patrimonio de enorme valor que se está dejando perder y creemos que es
el momento de tomar conciencia y poner medidas para preservarlo y que toda la
población tenga posibilidad de conocerlo y vivirlo. Es una deuda con nuestro pasado y
un valor para el futuro que creemos que es fundamental si queremos recuperar la
comunidad, reconocernos en el lugar del que venimos.
P: Uno de vuestros enfoques se basa en la política de cántabros para cántabros, ¿Qué
importancia creéis que tiene la representación autonómica?
R: Tiene importancia porque desde ahí se pueden hacer muchas cosas, porque se toman
decisiones que nos afectan y que sientan las bases de nuestro futuro. Pensamos que hay
miles de personas en Cantabria que no están de acuerdo con el modelo caduco y
cortoplacista de quienes han llevado las riendas de nuestra Comunidad, y que creen que
las instituciones de Cantabria deberían tener otro papel. Tenemos la obligación de
implicarnos para hacer posible ese cambio.
P: ¿Qué visión tenéis sobre la lucha contra el cambio climático y la defensa del medio
ambiente?, dos temas candentes de la política actual
R: Pensamos que hay que tomar medidas y eso implica dejar de hacer las políticas que se
llevan haciendo estas décadas. Es imposible atender a las necesidades de nuestro
tiempo con la mentalidad desarrollista de los años 70 y 80 que impera en la política
autonómica. Hay que empezar a pensar a largo plazo, establecer prioridades y actuar
siendo conscientes del valor que tiene el medio ambiente y el paisaje. Cantabria es un
lugar del que presumimos, que muchas personas quieren conocer y visitar,
precisamente por sus valores ambientales, paisajísticos y culturales, pero también es un
lugar que durante décadas ha visto retroceder esos entornos idílicos y ha visto avanzar
un modelo incompatible con su preservación.
P: ¿Por qué os anteponéis a lo que definís como “Política del hormigón”?
R: Por una parte, porque es el camino contrario al que debemos tomar ante los retos de
nuestro tiempo, en relación con preservar el medio ambiente y la biodiversidad y
combatir el cambio climático. Por otra parte, porque el modelo del hormigón, del
ladrillo, está hipotecando el futuro de Cantabria a medio y largo plazo. A nadie se le
escapa que, cuando se apuesta por utilizar el suelo fértil, los mejores lugares
productivos, a la construcción de segundas viviendas turísticas, se está echando a perder
algo que debe ser parte del futuro de Cantabria. También cuando se proyecta un
polígono industrial innecesario, dedicando millones de euros a su construcción,
beneficiando a las empresas que lo construyen, pero sin pensar en si es necesario seguir
sacrificando espacios que podrían tener otros usos y que vamos a necesitar en el futuro.
Tenemos el ejemplo de la costa, del destrozo que se permitió y promovió durante
décadas y del que aún seguimos pagando el precio. No podemos permitir que se repita.
P: ¿Qué propuestas tenéis para el desarrollo industrial y económico de Cantabria?
R: Proponemos apostar por la diversificación económica, impulsando la pequeña y
mediana industria de transformación en el ámbito agroalimentario, la industria
biosanitaria a partir de la experiencia que ya tenemos en Cantabria, la innovación
conectando el tejido productivo con la Universidad de Cantabria, con la formación
profesional como uno de los motores principales de ese cambio.
No apostamos por el modelo actual, basado en crear nuevo suelo industrial con
polígonos que después quedan semivacíos, ni creemos que el futuro pase por la llegada
de una gran empresa, ya sea de minería de zinc o de cualquier otra cosa, que vaya a
revolucionar nuestro tejido productivo. La economía ya no funciona así, aunque quizá sí
funcionaba así cuando el Presidente estudió la carrera. Necesitamos un enfoque
adaptado a la realidad actual, y que no se conforme con ser un destino turístico sin
industria de ningún tipo.
Tenemos que aprovechar el suelo industrial existente como motor para crear
oportunidades, especialmente en la comarca del Besaya, donde contamos con miles de
metros cuadrados de suelo, ya degradado, en los terrenos de Sniace. Hay que movilizar
esos recursos que tenemos y proteger el suelo fértil para que pueda utilizarse para lo
que se debe.
En el ámbito financiero, apostamos por empezar a caminar hacia una banca pública, a
partir del ICAF, que nos permita tener un motor para la financiación de iniciativas
económicas y garantizar servicios bancarios a toda la población, independientemente
de su municipio de residencia.
P: ¿Proponéis medidas en torno a los derechos sociales en Cantabria?
R: Por supuesto, en muy diversos ámbitos. Podríamos extendernos desgranando las
propuestas que planteamos, pero quizá es posible resumirlo en unas pocas cuestiones. Apostamos por fortalecer los servicios públicos, apostar por un marco cántabro de
relaciones laborales que nos permita defender los intereses de los trabajadores y
trabajadoras, hacer políticas desde el feminismo para avanzar hacia la igualdad real, el
reconocimiento de los derechos de todas las personas en materia de diversidad y
derechos LGTBI, defender las pensiones públicas, etc.
Planteamos también una transformación de los servicios sociales para que puedan
cumplir su verdadera función, apostando por un sistema autonómico de garantía de
ingresos complementarios al IMV que no se gestione desde los servicios sociales sino
desde empleo, y que sirva para combatir la pobreza y la exclusión en nuestra
Comunidad.
P: ¿Cómo proyectáis las próximas elecciones autonómicas?
R: Con ilusión por seguir creciendo y con el convencimiento de que estos años de trabajo,
de presentar propuestas y soluciones para Cantabria van a tener un reflejo. Somos
conscientes de las dificultades, pero contamos con el respaldo de cada vez más personas
y eso nos motiva a seguir trabajando e ir a las elecciones con toda la fuerza. Vamos a
recorrer Cantabria para explicar lo que planteamos, que creemos que es lo que piensan
miles de personas que están hartas de ver cómo las políticas de siempre nos están
conduciendo a una situación cada vez peor. Quienes nos apoyan pueden tener la
garantía de que vamos a seguir trabajando, que vamos a estar cuatro años planteando
propuestas y conformando un proyecto para Cantabria en todos los ámbitos. No
prometemos palabras vacías y buenas intenciones sino trabajo, seriedad, honestidad y
compromiso por nuestra tierra.