Ir al cine cada vez se siente más como una película de terror

Las salas de cine se están vaciando, pero ¿de quién es realmente la culpa?, muchos dedos acusadores apuntan a los jóvenes

Cada vez hay más figuras de la gran pantalla, tanto de lo patrio como de lo internacional, que no paran de repetirnos en numerosas entrevistas y coloquios culturales la importancia del cine como espacio físico y el cómo este está desapareciendo. El dedo acusatorio siempre apunta a los jóvenes y a la falta de interés de estos mismos por estar sentados más de una hora, pero yo esto no me lo acabo de creer, el descenso en la población del interés en ir a una sala de cine al uso es un problema con muchos más matices y más personas involucradas.

El cine es una experiencia cultural y social que ha sido una parte integral de la vida de muchas personas durante décadas. Desde la era dorada de Hollywood hasta el surgimiento de los filmes independientes, la industria cinematográfica ha sido una fuente de entretenimiento, educación y arte para millones de personas en todo el mundo. Sin embargo, en los últimos años, ir al cine se ha vuelto cada vez más complicado para muchas personas debido a una variedad de factores.

Uno de los principales factores que ha hecho que ir al cine sea más complicado es el aumento en los precios de las entradas. A medida que los costos de producción de las películas y los de operación de los cines han aumentado, los precios de las entradas también han aumentado. Esto ha hecho que ir al cine sea menos asequible para muchas personas, especialmente para las familias que buscan una salida económica para disfrutar del tiempo juntos. Si preguntas a gente joven, la mayoría te dirá que si no va al cine es porque con la economía actual, gastarse 7 euros en una entrada para una única experiencia a veces se puede ver como tirar el dinero, aunque es verdad que muchas veces se puede gastar en cosas verdaderamente inútiles para la vida.

Además, la comodidad y la calidad de la experiencia en el cine también ha disminuido. Muchos cines no han mantenido sus instalaciones y equipos actualizados, lo que ha llevado a problemas como asientos incómodos, pantallas y proyectores de baja calidad, y problemas de sonido. Esto ha hecho que ver una película en el cine sea una experiencia menos atractiva para muchas personas. Pero eso no solo viene del hecho de que técnicamente a veces puedan ser pobres, es que también hay un carácter humano, antiguamente ir al cine era símbolo de conectarse con la gente de tu comunidad, pero con el auge de los snacks y la falta de respeto al silencio, es complicado mantenerse al tanto de la película con tu vecino de la fila de abajo gritando con su compañero mientras no para de hacer ruido con las patatas fritas.

Con la creciente popularidad de los servicios de streaming como Netflix, Disney Plus y Amazon Prime, muchas personas prefieren ver películas y programas de televisión desde la comodidad de sus hogares en lugar de ir a una sala al uso. Además, estas plataformas ofrecen una gran variedad de contenido a precios más asequibles, lo que ha hecho que ir al cine sea aún menos atractivo para muchas personas.

Por último, la industria también ha enfrentado problemas relacionados con la piratería y la violación de derechos de autor. Con la facilidad de compartir contenido en línea, muchas personas han optado por descargar películas ilegalmente en lugar de pagar por ellas. Esto ha afectado negativamente la rentabilidad y ha llevado a una disminución en la producción de películas.
Si bien el cine puede parecer algo tan establecido en nuestras vidas, no nos confiemos, han caído mayores gigantes.

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