Conoce los lugares más imprescindibles de Viena en 3 días

Viena se encuentra en pleno corazón de Europa. La ciudad austríaca suena a música clásica y tiene un sinfín de lugares turísticos que no te puedes perder.

Te proponemos recorrer Viena, elegante capital del Imperio, a pie, en metro y en tranvía en esta guía de 3 días.

Día 1 en Viena

Para llegar desde el aeropuerto de Viena hasta el hotel, puedes coger el tren REX 7, S7, o el tren CAT (City Airport Train).

Al llegar al centro histórico de la capital, puedes visitar la Iglesia de los Capuchinos. Se trata de una pequeña iglesia muy sencilla a la vez que agradable. Una vez en el interior, sorprende la escasa decoración, formada solamente por varios cuadros colgados en sus claras paredes.

Fue el principal lugar de sepultura de los Habsburgo austríacos, es decir, de los emperadores del Sacro Imperio Romano Germánico de la casa de los Habsburgo y descendientes.

En la Cripta de los Capuchinos (o Cripta Imperial) se guardan las sepulturas de los miembros de la nobleza desde el año 1633, entre ellas las de 12 emperadores y 18 emperatrices.

Entre los casi 150 sarcófagos de la cripta, algunos de los más destacados son el de María Teresa o los de Francisco José, la Emperatriz Sisi y el príncipe heredero, Rodolfo.

Desde aquí, tardarás 5 minutos andando en dirigirte a la Catedral de San Esteban.  

Se trata de la sede principal de la archidiócesis de Viena. Stephansdom, el símbolo religioso más importante de Viena, se levantó sobre las ruinas de una iglesia románica dedicada a San Esteban construida en 1147, aunque del antiguo templo sólo se conservan la Puerta de los Gigantes y las Torres de los Paganos.

La torre tiene 137 metros de altura. Se puede subir mediante escalones y además de las vistas, se ven los 250.000 azulejos que forman el tejado posterior, que tuvieron que ser restaurados tras la II Guerra Mundial. En la parte derecha de la catedral, hay una puerta que se llama Puerta de los Cantores, por la que antes no podían pasar las mujeres.

Fue la catedral en la que se casó y fue el funeral de Mozart.

La mayor parte del interior presenta estilo gótico, aunque también se puede observar barroco en los laterales.

Después, podrás acercarte al conocido como Parque de la Ciudad (Stadtpark), que está a 12 minutos andando. Es uno de los parques más antiguos de Viena, abierto desde 1862. Y uno de los lugares más fotografiados del parque es la estatua de bronce dedicada a la memoria de Johann Strauss, conocido compositor austriaco en mayor medida de valses.

Día 2 en Viena

Podrás madrugar para acercarte a Naschmarkt. Se trata del mercado más conocido de Viena, abierto en el siglo XVI. Además de los puestos de comida, pan y flores, también se puede comer allí, ya que hay decenas de restaurantes internacionales con precios asequibles.

A media mañana, un free tour te espera. Dura dos horas y te acerca a conocer el centro histórico, conociendo más en profundidad la plaza Helmut Zilk-Platz, el parque Burggarten, el Palacio Imperial de Hofburg o el Monumento contra la Guerra y el Fascismo. Finalizarás la excursión en la Ópera Estatal.

Es la compañía de ópera más importante y conocida a nivel mundial, además de constituir el centro neurálgico de la vida musical vienesa.

Inaugurado en 1869 con la presentación de una obra de Mozart, el edificio de diseño renacentista fue una decepción para los vieneses que esperaban algo más de él. El arquitecto del edificio se quitó la vida, desolado ante la idea de que su obra no hubiera triunfado. El segundo arquitecto que fue contratado tampoco puedo aguantar la presión y murió de un infarto.

En 1945, una bomba dañó gravemente el edificio de la ópera, hecho que los vieneses tomaron como una agresión simbólica a la ciudad.

Después de comer, podrás acercarte a Iglesia se San Carlos Borromeo, patrono de la lucha contra la peste. Durante la epidemia de 1713, el Emperador Carlos VI prometió al pueblo que cuando la ciudad fuera liberada de la enfermedad, construiría este templo.

Probablemente lo que más llama la atención al ver la Iglesia de San Carlos Borromeo son las dos columnas del exterior, inspiradas en la Columna de Trajano de Roma, con una decoración en espiral que representa escenas de la vida de San Carlos Borromeo.

Una vez en el interior de la iglesia, al dirigir la mirada hacia el techo, se pueden observar los preciosos frescos pintados en la cúpula que representan la apoteosis de San Carlos Borromeo.

Y puedes volver a ver el Palacio Hofburg, pues fue durante más de 600 años el lugar de residencia de los Habsburgo. Actualmente es el lugar más visitado de Viena y es una visita imprescindible.

Es un enorme conjunto arquitectónico que abarca una amplia zona, desde los antiguos aposentos imperiales, pasando por varios museos, una capilla y una iglesia, la Biblioteca Nacional Austriaca, la Escuela de Invierno de Equitación, hasta el despacho del presidente de Austria. La visita más importante es la que incluye los Apartamentos Imperiales.

También puedes conocer el Parlamento. Fue construido en el siglo XIX en estilo clásico y es el edificio más notable de la Ringstrasse. Fue diseñado con un estilo denominado Historicismo, con la intención de que su construcción recordara a la antigua Grecia como cuna de la democracia. El edificio cuenta con dos grandes salas de sesiones unidas por un gran pórtico central; una de ellas es la sede del Consejo Nacional y la otra es ocupada por el Consejo Federal.

Y, para terminar el día, acércate hasta el Ayuntamiento. Construido entre 1872 y 1883, es el edificio civil de estilo neogótico más importante de Viena.

Día 3 en Viena

Lo mejor que puedes hacer es madrugar para dirigirte al Palacio Schönbrunn en metro. Construido en el siglo XVII, sirvió durante años como residencia de verano de la familia imperial de Viena.

Para dirigirte desde este palacio hasta el Parque de atracciones Prater, deberás coger nuevamente el metro.

Es el parque de atracciones más antiguo del mundo, contando con una noria de 60 metros de altura que es uno de los signos de Viena. Se inauguró en 1895, conservando aún hoy en día muchas de sus atracciones, envueltas en un aire antiguo y con encanto.

A lo largo de su historia, la noria ha logrado sobrevivir a las grandes catástrofes naturales y conflictos bélicos. Fue testigo de la I Guerra Mundial, durante la cual tuvo que dejar de funcionar durante dos años.

Fue durante los últimos días de la II Guerra Mundial cuando los bombardeos y el fuego destruyeron gran parte de la noria. Aunque fue reconstruida en tiempo récord, sólo pudieron ser colocadas 15 de las 30 cabinas que tenía en sus inicios.

Tras 15 minutos andando hasta Hundertwasserhaus, se trata de un bloque residencial construido por Friedensreich Hundertwasser, un artista austriaco que a mucha gente le recordará a Gaudí.

La construcción parece un colorido puzle, obra de un niño, en la que los suelos no son rectos, sino ondulados, y donde en el interior de las habitaciones crecen árboles cuyas ramas asoman por las ventanas.

En el exterior, todo son colores y formas fantasiosas que deleitan a los turistas, poco acostumbrados a una arquitectura tan especial.

Tendrás media hora andando hasta el Palacio Belvedere. Fue construido como residencia de verano del Príncipe Eugenio de Saboya. Hoy en día alberga un museo de arte.

El conjunto del Palacio Belvedere (Schloss Belvedere) lo forman dos palacios unidos mediante un enorme jardín francés. En el punto más alto del jardín se encuentra situado el Alto Belvedere, edificio principal del conjunto arquitectónico que disfruta de una fachada más elaborada.

Para finalizar el viaje, puedes acercarte hasta la calle Kärntner Ring, que queda al lado de la Ópera. Es la avenida más importante de la ciudad y se construyó en el mismo lugar en el que se encontraba la antigua muralla.

Extra que hacer en Viena

Te recomiendo asistir a un concierto de música clásica o un ballet de los Satrauss en la Ópera, así como realizar una visita guiada por su interior.

Para comer, el plato más típico es el wiener schnitzel, un filete de ternera empanado que suele ir acompañado de ensalada o patatas. Además de los puestos del mercado de Naschmarkt, debes probar de postre una típica tarta sacher en el café Sacher o en la pastelería Demel.

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