La guarnicense lleva casi 70 años cuidando del campo

Tere es una campesina originaria de Guarnizo que basa toda su vida en el campo. Su madre la metió a este sector a los 7 años, ya que tuvo que abandonar la escuela para ocuparse de las actividades que hasta entonces realizaba su padre. Al principio lo hacía por obligación, pero con el paso del tiempo le cogió gusto a la profesión. Su amor al campo es tanto que lleva casi toda la vida sin tomarse unas vacaciones. “Cuando llega el verano mi marido me sugiere irnos por ahí, pero soy incapaz de poner a otra persona a cuidar de mis animales, porque sé que no les darían el mismo amor que yo”.

En el año 1995 abandonó su casa para marcharse a vivir con su novio. Un hombre también apasionado por el campo que poseía una casa a las afueras de Guarnizo con muchos animales. Para Tere era imposible decir que no. Desde entonces ambos se ocupan del cuidado y mantenimiento de la cuadra, aunque Tere afirma que lo único que no domina a la perfección en este sector es el tractor.

En su cuadra cuenta con 4 vacas, a las que les pone música mientras las ordeña para que se sientan cómodas. Piensa que si la vaca no está calmada es imposible que te suelte la leche.

Dado que es una mujer que no se lleva muy bien con las nuevas tecnologías, en lugar de tener una calefacción, lo que hace es meter un trozo de leña en la chimenea para que el frío no abunda dentro de su hogar. En su momento de descanso Tere hace bordados a máquina para sus hijos y nietos. Lo solía hacer antes de la hora de cenar y últimamente está perdiendo el interés ya que la mayoría de sus bordados terminan en el desván.