Gary Yemm:“Me sorprendió mucho la manera que tenéis de organizar las horas del día y los horarios de los comercios”
Vamos a hacer un pequeño ejercicio mental. Imaginad que ahora lo dejáis todo y os mudáis a otro país en el que tan solo habéis estado veraneando en una ocasión y del que apenas habláis el idioma. ¿Cómo lo afrontaríais? Pues por esta misma situación tuvo que pasar Gary Yemm, un británico que dejó su vida en el oeste de Inglaterra para venirse junto a su familia hace ya 17 años a La Vega de Pas, situada en pleno corazón de Cantabria. Él será el encargado de explicarnos cómo fue todo este proceso y las dificultades que encontró en él, así como confesar cuál es la imagen que tienen los británicos sobre los españoles.
Pregunta: ¿Por qué decidísteis venir a La Vega de Pas?
Respuesta: “Habíamos mirado otras partes de España, pero decidimos venir aquí porque en una ocasión estuvimos de vacaciones en Picos de Europa, sabíamos un poquito sobre la vida en España y tampoco queríamos ir a otras zonas donde hubiera mucho turismo. Además, Cantabria es un muy buen sitio, ya que tiene montañas, playas, una gran ciudad como Santander, es agradable tanto en invierno como en verano y nos gusta mucho la gente”.
“Mi plan inicial era organizar campamentos de inglés en casa, por lo que necesitábamos suficiente espacio. Así que en un principio vinimos mi mujer y yo y nos quedamos en Sarón, explorando el terreno y mirando casas por la zona. Lo que sí teníamos claro es que queríamos vivir en las afueras, pero no demasiado lejos de Santander. Después vine con mi padre y, más tarde, vendimos todo lo que teníamos en Inglaterra y nos compramos una caravana en la que estuvimos viviendo durante un tiempo hasta que compramos esta casa y la dotamos con todas las comodidades”.
P: ¿Te resultó difícil adaptarte al estilo de vida español?
R: Hay diferencias, pero tampoco es imposible adaptarse. El principal problema es el idioma y la burocracia española.
P: ¿Cuál es el aspecto que más te sorprendió de nuestro estilo de vida?
R: Realmente son pequeñas cosas. Por ejemplo, ya sabíamos las diferencias a la hora de conducir, por lo que no nos supuso un gran problema. Principalmente, el gran cambio es la forma que tenéis de organizar las horas del día y los horarios de apertura de los comercios. Me sorprendió mucho el parón que hacen las tiendas para comer, ya que eso en Inglaterra no existe, sino que se hace una pequeña comida y se abre todo el tiempo de seguido. Además, aquí se cena muy tarde, pero ya me he acostumbrado.
P: ¿Nuestro estilo de vida es tal y como te esperabas antes de venir?
R: Creo que sí, aunque tengo la ventaja de que no tenía un estereotipo formado antes de venir. En Inglaterra se tiene la imagen del español del sur con el buen clima, las grandes comidas y los bares. Pero la gente es muy maja y no hemos tenido ningún problema.