El piloto y mecánico cántabro Gustavo Castro nos explica su experiencia en sus dos participaciones en el Dakar
Cuando hablamos de automovilismo se nos vienen a la cabeza competiciones como la Fórmula 1, el WRC o la Indy Car. Cada una con sus respectivas características y riesgos que los pilotos toman al participar. Sin embargo, si hablamos de dureza, de aventura y de riesgo la palma se la lleva el Dakar, el conocido como “rally más duro del mundo”. ¿Os imagináis estar 15 días en el desierto subidos en un coche, moto o camión (depende de la categoría), durmiendo poco o directamente sin dormir y soportando condiciones meteorológicas extremas? Pues esto es lo que tienen que soportar aquellos intrépidos que deciden participar en el Dakar. En Cantabria tenemos varios ejemplos de copilotos y mecánicos que han experimentado en sus propias carnes la dureza del rally más duro del mundo. Gustavo Castro o más conocido como Guss es uno de ellos, con quien hemos tenido la oportunidad de mantener una interesante conversación en la que nos contará cómo han sido sus participaciones en la edición de 2022 y 2023.
Para poder participar en cualquier competición automovilística lo primero es tener un coche con el que correr y un equipo que te brinde su ayuda, más aún en esta cita tan exigente. Guss se inscribió en la categoría de los clásicos, una prueba de regularidad paralela a la de velocidad reservada a todos aquellos vehículos de más de 20 años. En su caso, compitió con un Pegaso (que antiguamente era un camión de bomberos al que transformaron) del equipo Natur House, con quienes contactó mediante un mensaje de Instagram en el que les ofrecía su experiencia como mecánico por si necesitaban su ayuda en alguna prueba. Así fue como le llamaron para ir a un rally en Madrid y, posteriormente, le propusieron ir al Dakar de 2022 ejerciendo las labores de mecánico.
No contento con participar un año, a Guss le picó el gusanillo y también se embarcó en esta aventura en 2023 con el mismo vehículo y equipo. Y es que la dureza del Dakar es bien conocida. De hecho, uno de los momentos más complicados es el viaje en el que dejas todo atrás y te desplazas hasta el desierto, especialmente si es la primera vez que lo haces. “La primera vez que participas tienes mucha incertidumbre y miedo”, confiesa el cántabro. Además, otro aspecto que hace de este un evento automovilístico muy exclusivo es el elevado coste económico que supone. “es una carrera de millonarios porque para correr con un coche o camión en la categoría de clásicos gastas entre 50 y 80 mil euros sin contar el coche”. Para combatir ese dolor y sufrimiento que se experimenta durante gran parte del rally, Guss afirma que “no vennirte abajo es lo más importante para mí, más que el físico, porque cuando estás haciendo algo que te gusta fuerzas siempre sacas”. Además, ”por mucho que sufras es tan gratificante cuando consigues terminar que se te olvida todo”, añade. En su caso, también tienen la suerte de llevarse muy bien entre ellos y siempre están riéndose en la medida de lo posible.
Pese a todo, Guss no se plantea descansar un tiempo, más bien todo lo contrario, pues en 2024 participará en el Dakar en una nueva categoría. Dado que sus funciones ya no serán como mecánico, sino como copiloto, este año participará en el Campeonato de España de Raids junto al piloto del equipo Natur House, quien le propuso embarcarse en esta nueva aventura, para ir ganando experiencia en el copilotaje.