La jugadora del Club Bádminton Bezana, Ana Montes, se presentará al torneo organizado por la Federación Cántabra de Bádminton en Solares
La entrenadora nacional de nivel 1 y jugadora, Ana Montes, ha repasado su trayectoria profesional en este deporte. A sus 27 años, está federada en la Federación Cántabra de Bádminton con licencia territorial y nacional “para así poder competir todos los torneos» de su categoría.
“Parece que fue ayer”, asegura. Y es que lleva desde los 10 años practicando el juego. Comenzó gracias a su colegio, el Centro Concertado de Enseñanza Liceo San Juan, donde la actividad era una extraescolar en la que ya se realizaban campeonatos escolares. “Cuando jugué el primer torneo, me enteré de que había un club al lado de mi casa y a los meses ya estaba entrenando con ellos”, da a conocer.
Montes afirma que “está siendo una buena temporada” ya que, además de haber jugado la Liga de Clubs como cedida con el Club Bádminton Zamora en Madrid, “consiguiendo un hueco dentro del pódium”, está quedando en los primeros puestos de los campeonatos a los que se presenta junto con su compañera de dobles.
Pero, con el paso de los años, explica que “el enfoque ha cambiado”, puesto que ahora debe compaginar el deporte y su trabajo como enfermera. La jugadora entrena tres días a la semana durante dos horas y lo complementa físicamente “con una tabla que me prepara mi fisioterapeuta”, y mentalmente centrando “la cabeza en el pensamiento de que cada punto vale”.
La de Bezana tiene unos objetivos personales y deportivos claros: “disfrutar de cada partido, compartiendo momentos con mis compañeros y con el resto de gente que forma el mundo del bádminton” y “continuar con el nivel de juego” que está teniendo con la de su equipo.
Carolina Marín es su mayor referente, después de haber hecho historia ganando su primer Campeonato Europeo y tras haber conseguido una multitud de triunfos. “Ella ha dado nombre a este deporte y ha hecho que hoy esté un poco más en boca de todos”, asegura.
Sin duda, la clave para dar visibilidad al bádminton, es promocionarlo “desde edades muy tempranas”, cuando los más pequeños se encuentran en etapa aún escolar.
Sin embargo, aún faltan “muchas ayudas y becas” que apoyen este deporte para “seguir creciendo a nivel deportivo” en el caso de “ser muy bueno”. Un hándicap que, sentencia, se puede revertir: “Hay que luchar hasta el final” en todos los ámbitos de este deporte.